acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquella que no se cansa de mirarte.
Hay momentos también
en que dejamos
las palabras de amor y los silencios
para hablar de poesía.
Tú descansas la voz
en el pasado,
y recuerdas el título de un libro,
la historia de unos versos..
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